Todos sabemos que la información es poder; por lo tanto el acceso a esa información y la comprensión de la misma es esencial en la vida de cualquier persona.
Para ello se hace imprescindible leer y saber leer (comprender lo leído). Esto no quiere decir que todos tengamos que ser ingenieros, abogados, etc. Pero bien es cierto que en cada momento de nuestra vida nos enfrentamos a diversos problemas de muy diversa índole, y que si al menos, tenemos un conocimiento básico y fundamentado de los mismos, se nos facilitará mucho nuestra forma de decidir y resolver cada uno de los problemas o situaciones que nos enfrentamos en nuestra vida diaria.
Aquí, la biblioteca universitaria está en juego pudiendo desempeñar un papel de suma utilidad para toda
Desde mi punto de vista si el usuario que se acerca a nuestra biblioteca tiene acceso fácil a la información; dicha información le ayuda a decidir o solventar el problema o inquietud que tenga en ese momento. La consecuencia lógica será que demandará más información.
Para ello se hace imprescindible estudiar las fortalezas y debilidades que presentan nuestras bibliotecas universitarias; siendo uno de sus principales objetivos facilitar la información.
Todos conocemos, de manera genérica, que nuestras bibliotecas disponen de amplia información sobre temas concretos en los que están ubicadas; por ejemplo en las bibliotecas de ciencias, nos encontramos información relacionada con matemáticas, física, etc…todas sus novedades, sus avances... ¿y la lectura no es también importante?
Yo propondría que existiera una interrelación entre todas las bibliotecas universitarias para que acceder a la información fuera sencillo y cómodo; al igual que utilizamos motores de búsqueda como Google, que realizando preguntas sencillas nos ofrecen un amplio abanico de posibles respuestas, se pudiera realizar lo mismo a la hora de relacionarlo con temas de lectura que serviría tanto para el fomento de la lectura como para mayor información a los usuarios.
Y aquí es donde creo que desde la universidad a través de sus bibliotecas nos ofrecerían una gran riqueza de conocimientos, que podrían ser utilizados por cualquier tipo de usuarios. Y por otro lado, la información obtenida desde la comunidad universitaria avalaría la credibilidad de la misma.
Esta opinión no dibuja nada más que un comienzo de cómo incentivar el amor a la lectura; puesto que es obvio que la necesidad existe y a través de las bibliotecas se podría cubrir, luego, implicaría que el interés por la lectura está garantizado.
Si entiendo correctamente, Marta, sugieres fomentar la colaboración entre bibliotecas universitarias para promover el amor a la lectura. Si es así, estoy de acuerdo contigo, pues hemos visto que la labor de orientar en la lectura es fundamentalmente una labor humana que conlleva saber comunicarse y entenderse... en fin, se trata de interactuar y cooperar para dar con respuestas únicas y satisfactorias para cada lector.
ResponderEliminarDesde mi punto de vista, en bibliotecas universitarias lo que se necesita no es tanto "promoción de la lectura" tal y como lo entendemos habitualmente (que correspondería más a bibliotecas públicas) como formación de usuarios: lo esencial es que los usuarios conozcan todos los recursos que les ofrece la biblioteca, toda la información que pueden encontrar en ella y cómo acceder a esa información.
ResponderEliminarEn en ámbito de recursos electrónicos, especialmente, la labor de la biblioteca se centra en que los usuarios conozcan todos los recursos que les ofrece la biblioteca, cuál es el más apropiado para cada demanda de información concreta y cómo se utiliza cada uno (que a menudo no son nada intuitivos).
En el ámbito universitario, creo que no se trata tanto de fomentar el amor a la lectura como de facilitar a los usuarios el satisfacer demandas de información muy concretas, ellos necesitan la información para tareas concretas de sus estudios y sus investigaciones, aquí no se trata tanto de amor a la lectura en sí misma, como ocurre en cambio en una biblioteca pública.