jueves, 19 de marzo de 2009

Indización de textos de ficción + visita

Bueno, mi primera entrada en el blog, espero estar a la altura. Por motivos laborales no puedo estar en clase hasta el final, por lo que casi siempre me perderé los últimos minutos y con ellos los últimos comentarios realizados. Perdonad entonces si algo queda en el aire. Esta semana ha sido un poco movida, lunes en clase comentando y miércoles de excursión.
Muy interesente la clase del lunes, comentando las diferentes formas de indización dependiendo del tipo de texto en cuestión. ¿Es más fácil indizar un texto de ficción que uno que no lo sea? Ya hemos visto que incluso entre nosotros las diferencias de criterio son grandes. Esto me hace pensar en el "poder" del bibliotecario. Podemos influir en la elección de un texto por parte del usuario por el simple hecho de elegir un término de indización u otro. La biblioteca es un centro social difusor de información, los, en este caso, textos, llegan a nuestra manos, son tratados convenientemente desde un punto de vista material e intelectual para que puedan llegar en las mejores condiciones a manos de los usuarios, que son, no lo olvidemos nunca, nuestro objetivo prioritario. Cae sobre nuestros hombros la responsabilidad de que la información llegue de forma correcta a la gente. Y el tratamiento intelectual es muy subjetivo. No podemos dejarnos llevar por nuestros propios gustos, dejar que se refleje en nuestra labor nuestro desagrado por determinado autor o nuestra preferencia por determinado enfoque. Y esto es muy díficil de lograr porque seguimos siendo seres humanos con nuestros condicionantes adquiridos durante toda nuestra vida. Hay que apartarse, elevarse y ver nuestro trabajo desde un punto de vista más o menos objetivo. Y, repito, esto no es fácil. Tenemos una gran responsabilidad que asumir.
Podemos realizar esto con la visita del sigueinte día. Las bibliotecarias no deciden los términos de indización, la catalogación ya les viene dada desde arriba (este arriba también es partícipe de esta responsabilidad) pero siguen teniendo margen para influir en la elección del usuario. Y este margen debe ser manejado con cuidado, siempre con ilusión, a pesar de los años que se lleven trabajando y los impedimentos presupuestarios.
En fin, recordar que nuestro trabajo no debe ser realizado mecánicamente, sino con las ganas del primer día y siempre teniendo en cuenta la responsabilidad que llevamos a cuestas.

2 comentarios:

  1. En mi opinión Ricardo constata algo esencial. En nuestro papel de mediadores entre información y usuario, podemos hacer las cosas de muchas maneras, y hasta cierto punto esto es inevitable. Mientras seamos conscientes de ello, sabremos que estamos haciendo las cosas de la mejor forma posible, y siempre tendremos oportunidad de corregirnos y cambiar. Si le recomendamos el libro equivocado a un lector, la siguiente vez le escucharemos con más atención e intentaremos acercarnos en lo posible a sus deseos. Si le perdemos por no haberle sabido orientar, tendremos que volver a ganárnoslo con actividades de animación a la lectura etc. Sin embargo, esto nos recuerda también nuestras responsabilidades. El trabajo del bibliotecario en mi opinión no puede ser mecánico, sencillamente porque tiene que ver con las personas y la diversidad congénita al ser humano. Ahora, donde hay responsabilidad también hay márgenes para la creatividad…

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  2. Me encantó lo que lei de Ricardo, la cuestión de la responsabilidad. Interesantisimo

    Y de Michela " Si le perdemos por no haberle sabido orientar, tendremos que volver a ganárnoslo"

    Aunque mi mirada particularisima es que cuando la orientación no ha sido feliz (por miles de motivos, dificilmente el lector vuelva a solicitarla)

    Desde Argentina, feliz de haber descubierto su blog,

    Fernanda (estudiando el tema del servicio de orientación lectora) ferna.briz@gmail.com

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