domingo, 9 de mayo de 2010

LA ROSA Y LA PALABRA

Meditaba la rosa
Perdida entre espinas.
¿Cómo vestir mis pétalos?
¡Sí asustan mis espinas!
El rocío de la mañana
le presta vestido
de cristal a sus espinas.
El sol cae pesado
Secando sus espinas.
¿Más, que era aquello que entre hojas relucía?
¡Sería un sueño!
¡Una nueva fantasía!
Siete colores al unísono veía.
¿Color, por qué estas en mala compañía?
¡No tengo donde ir. Recién amaneció el día!
Ven a vestir mi cuerpo.
Haremos de nuestra unión
la mejor de las orgías
El perfume escucho,
y sintiendo inmenso anhelo
a la orgia se sumo.
Dando por fin la vida
A la rosa carmesí
Que desnuda antes vivía.

Más si la rosa puede ser poesía y puede se prosa,
Que menos puede ser la palabra,
Que le dio color y olor a la rosa.




El verso se estructura rítmicamente por series de palabras, que se encadenan con secuencias de ciertos fenómenos que están presentes, como; ritmo y rima determinada, medida métrica, sucesión de acentos y pausas y predominio de la estética afectiva sobre el orden lógico de la palabra.
La prosa es la estructura o forma que toma naturalmente el lenguaje para expresar los conceptos, y no está sujeta, como el verso, a medida y cadencia determinadas. (DRAE).

Sentados estos criterios, no hay diferencia entre una u otra literatura, solo se ve discriminada una por la otra en función de los gustos.

¿Pero se plantea una cuestión? ¿No hay prosa en el Verso? ¿Qué es el teatro de Calderón? ¿Es prosa o es verso o el verso se hace prosa? Dice Tomás Morales;.—Claro que no es absolutamente imprescindible hacer versos para ser poeta; se es igualmente haciendo prosa; pero por mi manera de ser, yo no podría hacerlo de otra forma que no fuera verso.— . Así tenemos que la prosa y el verso, pueden formar un cuerpo único, y al final es el lector es que elige la forma de la palabra; su métrica, su ritmo y con él, el tipo de lectura que llenara sus días de ocio o sus momentos de soledad, con la más hermosa de las creaciones del hombre…la palabra y por supuesto… una rosa.

Tomás González Santos















1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo contigo, Tomás, no hay diferencia sustancial entre verso y prosa, y, como diría Inma, entre la pasión por leer y la pasión por escribir. Aquí nos los confirmas.

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