sábado, 22 de mayo de 2010

FUNDACIÓN GERMÁN SÁNCHEZ RUIPÉREZ

La Fundación Germán Sánchez Ruipérez (FGSR), fundada en 1981 por el editor que le da nombre, está orientada a la actividad educativa y cultural y se encuentra presente con instalaciones punteras y prototípicas en diferentes niveles de la sociedad: en la capital (Madrid), capital provincial (Salamanca) y área rural (Peñaranda de Bracamonte).

Nosotros tuvimos la suerte de poder visitar recientemente (Abril de 2010) estas últimas instalaciones, tomando contacto con una realidad muy diferente a la que nos encontramos con frecuencia en nuestros centros (y seguramente en los del resto del país).

En Peñaranda de Bracamonte se encuentran el Centro de Desarrollo Sociocultural (CDS), el Centro Internacional de Tecnologías Avanzadas (CITA) y el Departamento de Análisis y Estudio (DAE). Hablaré tan solo de las dos primeras, pues son las que tuvimos ocasión de conocer en profundidad.

En primer lugar, el CDS. Destaca por albergar y prestar los servicios de la Biblioteca Pública Municipal de Peñaranda de Bracamonte a través de un convenio suscrito con el Ayuntamiento de la ciudad. Esto pone de relieve la importancia y el éxito del proyecto desde que abriera sus puertas en 1989. Por otro lado, hubo tres aspectos de vital importancia que llamaron mi atención: el personal, las propias instalaciones y los servicios.

Menciono el personal porque, al contrario que en muchas otras instituciones, públicas o privadas, en las que cuando hay problemas, crisis y demás… la cultura es la primera que sufre y se prescinde del personal todo lo que se puede y más, aquí no vi tal deficiencia. Cada apartado contaba con personal para sus funciones. Además, el trato con los usuarios era agradable, lo que es de agradecer.

Las instalaciones son, simplemente, perfectas. La accesibilidad es plena (salvo en una pequeña parte de la biblioteca, que por haberse incorporado más tarde al edificio no cuenta con acceso para sillas de ruedas). Cuenta con ascensor, rampas… La división del espacio es muy apropiada y acertada. El material documental es de calidad, y supuestamente se renueva y expurga cada año. El material electrónico (ordenadores, televisores…) abunda bastante y por otra parte, la estructuración no es rígida, es decir, por un lado los libros, por otro la zona de ordenadores… de esta forma se pretendía que el usuario tuviera libertad en cualquier momento y en cualquier zona de la biblioteca, y pudiese interaccionar con ambos materiales.

Por último en relación al CDS, destacar los servicios. Son amplios y variados, dirigidos a todo tipo de usuarios y adecuados dependiendo de la edad. Algunos de los que más me llamaron la atención fueron las exposiciones temporales que se hacen en el hall de la entrada y en la planta superior, la difusión del inglés entre los más jóvenes a través de actividades semanales en una sección especialmente preparada para ello, y las actividades de difusión de la lectura.

Del CITA decir dos cosas, en primer lugar, cuenta con unas de las instalaciones tecnológicas más avanzadas que he visto, y en segundo lugar, la difusión y formación que hace, así como la disponibilidad que muestra para los usuarios es increíble. Quedé francamente sorprendida.

Y por lo que pude percibir por parte de mis compañeros no fui la única, muchos (por no decir prácticamente todos) se quedaron impresionados con lo que nos enseñaron y porqué no decirlo, sentimos una envidia sana (o no tan sana) de ese pueblo, por tener a su disposición lo que nosotros no tenemos en la capital. Sería muy bueno que cada distrito (al menos) contase con unas instalaciones similares a las que nos encontramos en Peñaranda. Quizá con el tiempo la difusión cultural y de la lectura vaya a más y la población pueda tener acceso a estos recursos que sinceramente facilitarían mucho las cosas.

Para terminar, quisiera comentar una vez más la iniciativa que nació a raíz de esta visita. Hablo del Manifiesto de Bracamonte promovido por las profesoras Michela e Inmaculada a fin de evitar la desaparición de la única asignatura que nos forma en los servicios de orientación a la lectura. Sinceramente, dudo que vayamos a cambiar algo, pero hay que intentarlo, asique ¡reivindiquemos nuestro derecho a formarnos adecuadamente!

2 comentarios:

  1. ¡¡Larga vida al Manifiesto de Bracamonte y a los ideales que representa!! =)

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  2. Es verdad, tanta tecnología puntera nos ha puesto los dientes largos... Sin embargo, estoy de acuerdo con Reyes, lo más importante son las personas y una buena formación.

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