jueves, 20 de octubre de 2011

¡¡REUNIÓN 0 DEL CLUB DE LECTURA!!

El Club de Lectura vuelve a reunirse. Para esta sesión no es necesaria una lectura previa, tan solo acude con tu libro preferido.

El objetivo principal de nuestro primer encuentro no es más que el de entrar en contacto con todos los participantes, poner en común los diferentes gustos literarios y estéticos y, en definitiva, familiarizarse con la dinámica del Club de forma distendida.

Además, se llevará a cabo la votación de la próxima novela que debatiremos en la siguiente sesión que, como algunos sabréis, tendrá como tema principal la Historia y como protagonista al libro.

Os esperamos el próximo miércoles 26 en la Sala de Juntas o, si hace buen tiempo, en la misma terraza de la Facultad.

Cualquier sugerencia o propuesta podéis hacerla en este mismo blog o en la página de Facebook del Club de Lectura:

http://www.facebook.com/pages/Club-de-Lectura-CCDocumentaci%C3%B3n-UCM/283812821646405?sk=wall


lunes, 10 de octubre de 2011

Allí donde se queman los libros, se acaba por quemar a los hombres



Ésta es la cita que yo he elegido y la que quiero compartir con todos vosotros: "ALLÍ DONDE SE QUEMAN LOS LIBROS, SE ACABA POR QUEMAR A LOS HOMBRES". La frase salió de los labios de Heinrich Heine, un poeta y ensayista alemán del siglo XIX.

Siempre me han gustado estas palabras y siempre me han hecho reflexionar. Reflexionar sobre el desprecio hacia el conocimiento que existe en muchos círculos, en muchas sociedades, en muchas mentes individuales. Un desprecio que, en la mayoría de las ocasiones, no es más que una simple máscara para el miedo. ¿Miedo a los libros? ¿Miedo a la lectura? No, para nada. Miedo a las consecuencias que trae el hecho de leer, de aprender, de saber. Miedo a los pensamientos y las ideas sin control, sin manipulación ni represión.

A lo largo de la historia de la humanidad muchos han sido los momentos en que distintas instituciones o cualquier otra fuerza dotada de autoridad moral, física, política o religiosa ha usado la quema de libros como instrumento de coerción, de control. Ahí tenemos como ejemplo la quema de la biblioteca de Alejandría y también la de Constantinopla, la quema de manuscritos mayas por la Inquisición en México, la de libros y obras artísticas consideradas inmorales en la Florencia del siglo XV por orden de Savonarola, la de libros de autores judíos durante el gobierno nazi y, si nos acercamos más a la actualidad, el bombardeo con obuses incendiarios de la Biblioteca Nacional de Bosnia en 1992 por orden del general serbio Ratko Mladik.

Todos estos ejemplos no son sino claras muestras del inmenso valor simbólico (amén del material) que siempre ha tenido la quema de libros en todas las sociedades. Se destruye un símbolo nacional, un símbolo ideológico, un símbolo religioso y con ello se piensa que desaparece todo lo que hay detrás de ese símbolo. No es así, en mi opinión, pues soy de las que siempre tienen muy presente la también famosa frase "Vencerás, pero no convencerás". Los monumentos caerán, las inscripciones se borrarán y quizá se quemarán los libros... pero las ideas, los pensamientos y las convicciones prevalecerán mientras haya seres humanos que crean que merece la pena mostrárselas al mundo y luchar por ellas.